Partieron de Portomarín el martes y hoy Santi y Elisa llegaron juntos a la plaza del Obradoiro. Santi es un robot cuadrúpedo del Grupo de Tecnologías de la Información del centro de investigación atlanTTic de la Universidad de Vigo y, en esta particular peregrinación, fue también los ojos y los pies de Elisa, una empleada de la empresa Cisco con movilidad reducida que, gracias a este robot, tuvo la posibilidad de realizar, desde Italia, varios tramos del Camino de Santiago "tele-caminando", una experiencia a la que se refirió como "tremendamente satisfactoria" y de la quedó "muy contenta", tal y como les trasladó a los ingenieros de la UVigo implicados en este proyecto: Alberto Estévez, Rubén Pérez, Javier González Castaño y Felipe Gil.
La iniciativa formó parte de un reto solidario impulsado por Cisco en la que más de 400 empleadas y empleados de la firma procedentes de 20 países, incluyendo a la propia Elisa, completaron el último tramo del camino recaudando fondos para diferentes causas, entre ellas, la lucha contra el cáncer.
Santi y Elisa recorrieron juntos dos tramos del Camino: la salida desde Portomarín y la llegada a la plaza del Obradoiro, donde, siguiendo las instrucciones de los ingenieros de la UVigo, no dudó en bailar el tema Terra de las Tanxugueiras. "Se cumplieron todas nuestras expectativas de funcionamiento del sistema, no dio problemas ni en terrenos pedregosos, ni en tierra, ni tampoco en asfalto", explica el profesor Felipe Gil, quien destacó que "las cosas fueron, incluso, mejor de lo esperado".
Equipado con una cámara de visión 360, adaptada por el grupo GTI de la UVigo, y conectado a la red 5G de Telefónica, que ofrece la velocidad y latencia necesarias para responder en tiempo real, Santi pudo seguir las órdenes de Elisa a través de la plataforma de colaboración Cisco Webex y de una interfaz tipo "joystick" diseñada específicamente por Makenai.
De cara a posibles perfeccionamientos del funcionamiento de Santi, desde la UVigo intentarán seguir mejorando el sistema de visionado y se tratará también de que la persona que lo tiene en remoto pueda emplear unas gafas de realidad virtual, "de manera que sea aún más inmersivo y se incremente también la sensación de realidad".
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